Carlos García (Hamburg) [carlos.garcia-hh@t-online.de]
In Memoriam (2): BoletínRAMÓN
El panegírico no pertenece a la corta lista de mis géneros preferidos. Es
algo subalterno, un mero alarde de retórica. Sin embargo, hay cosas que
merecen ser dichas, que deben ser dichas.
Una de ellas es el elogio incondicional del entretanto fenecido BoletínRAMÓN, dedicado al estudio de la
vida y la obra de Ramón Gómez de la Serna.
El Boletín fue fundado en el año
2000 en Madrid por el generoso e incansable Juan Carlos Albert. Para escarnio y
bochorno de las instituciones culturales y del mundillo universitario español e
hispanoamericano, debe decirse que el Boletín
fue no sólo inventado, diseñado y compuesto por Albert, sino que éste fue
además su único mecenas, quien corrió a lo largo de toda su asombrosamente
larga historia con los gastos, en un gesto quijotesco sin parangón en nuestra
desdichada época (sin parangón, porque Albert no es millonario, sino un
hombre apasionado, pero que debe trabajar para vivir, como cualquiera de
nosotros).
El Boletín comenzó siendo apenas
un racimo de 8 páginas en septiembre del 2000. Muy pronto creció hasta
convertirse en un librito de entre 64 y 84 páginas, siempre con ilustraciones,
a menudo en color, distribuido gratuitamente en papel y también electrónicamente,
a través de la página web instaurada en el éter por Juan Carlos Albert: [www.ramongomezdelaserna.net].
Trajo además, de vez en cuando, anejos. Y en torno a él se organizaron
presentaciones de libros, congresos, exposiciones – y se desarrollaron
amistades que serán para toda la vida. Todo un cosmos rotando alrededor de la
figura y la obra de Ramón.
En el otoño madrileño del 2013 salió su último número, el 21, que es como
una lápida puesta al enorme y exitoso proyecto.
Enorme porque no es usual que una iniciativa privada alcance a sacar 20
números en 13 años y a tan alto nivel.
Exitoso, a pesar del cierre, porque este proyecto demuestra lo que puede
hacerse cuando hay empeño, ganas, ideas para hacer algo bueno.
Lápida, porque en ese número 21 se recogen (en encomiable trabajo bibliográfico
llevado a cabo por Luis López Molina) todos los aportes al Boletín hechos del primer al último número, glosados con breves
comentarios del editor.
No quiero hacer gala de falsa modestia: por el contrario, me enorgullece
decir que formé parte, con Juan Carlos Albert y con Martín Greco del cuerpo de
redactores del BoletínRAMÓN. Creo que
soy uno de los autores que más textos ha aportado al periódico: una treintena
en 20 números (entradas 78 a 108 del citado catálogo). Conseguí para el Boletín, también, la colaboración de
varias personas, y en algunos casos corregí o amoldé sus textos a las
necesidades del Boletín.
Pero independientemente de mi aporte (o a pesar de él...;-)), lo valioso en
esa publicación es su variopinto contenido, desde las sesudas elucubraciones
de académicos hasta la anécdota quizás sólo bien inventada, desde fotos poco
conocidas a la variación gráfica de alguna greguería ramoniana: toda la gama
de lo posible estaba allí representada, casi siempre en colaboraciones
originales y siempre, en su respectivo género, de alto nivel.
Juan Carlos Albert ha decidido clausurar el periódico, y yo comparto y
apoyo su decisión.
No hablo por él; digo apenas mi opinión. Casi podría decirse que no era
justo que casi todo el peso del proyecto recayera en una sola persona.
Descontando a los colaboradores, la escena cultural española y argentina no
supo asumir la parte que le hubiera tocado en un proyecto así.
Juan Carlos Albert sigue siendo un hombre apasionado y lleno de ideas. Pero
también es previsor.
Por eso, en la portada del último BoletínRAMÓN
se lee: “otoño 2013, nº 21 (último de esta etapa)".
Es deseable, pero también posible, que el Boletín tenga un nuevo avatar, bajo nuevas condiciones, aún por
definir. Si llegara a ser así, puede volver a contar con mi apoyo.
Desde el norte de Alemania un fuerte abrazo a Juan Carlos Albert (Madrid),
a Martín Greco (Buenos Aires), y también a Luis López Molina (Ginebra).
A la prochaine!
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