Por Carlos García (Hamburg)
La edición llevada a cabo por Alfonso Alegre Heitzmann del Epistolario II, 1916-1936 de Juan
Ramón,[1]
nos depara un pequeño enigma, que creo poder desvelar.
El editor nos dice (pág. 289, nota 77):
He encontrado en la Sala Zenobia y Juan Ramón Jiménez tres “cartitas” firmadas por Norah y Elena dos de ellas y por Helena y Norah la tercera (ellas mismas alternan las grafías Helena / Elena). Ninguna va fechada ni indica los apellidos de las corresponsales, pero sí la procedencia: Buenos Aires.
La primera respuesta de Jiménez es del 25 de marzo de 1923:
es decir que la misiva de las ignotas corresponsales debe de haber sido enviada,
a más tardar, a comienzos de marzo.
La carta siguiente de Juan Ramón es del 15 de septiembre de
1923, en respuesta a una carta escrita por ambas, pero con letra de Helena.
Esa “tercera cartita” debe fecharse hacia fines de agosto a
más tardar. Sin embargo, creo, por motivos que se verán luego, que es de julio,
y que Jiménez simplemente se tomó tiempo para responder.
En su carta, éste dice (pág. 303):
No sé quienes son ustedes, ni se lo pregunto, hermanas o amigas, sólo les digo que sus cartas fundidas –verdaderas flores escritas– me tienen a Helena y a Norah, desde el primer día, cerca del corazón sonriente.
Las autoras de esas misivas son, a mi entender, Norah Borges
y Helena Martínez.
Si propongo julio de 1923 para fechar la tercera misiva es
porque en la segunda mitad de ese mes Norah y su familia abandonaron Buenos Aires
para pasar a Europa.
Ambas mujeres mencionadas eran amigas, y trabajaban por esas
fechas en proyectos comunes.
La primera mención de Helena de la que tengo noticia procede
del primer número de Proa. Revista de Literatura, que Jorge Luis Borges y sus
amigos dieron a luz en Buenos Aires en agosto de 1922. Allí figuran “Poemas” de
Helena Martínez.
La misma figuró en la antología titulada “Poemas
ultraístas”, que traía textos de Jorge Luis Borges, Francisco Piñero, Nora
Lange, Clotilde Luisi, Elena Martínez [sic], Guillermo Juan [Borges], Roberto
A. Ortelli y E. González Lanuza. Apareció en Nosotros XLII 160,Buenos
Aires, septiembre de 1922. La selección
del material poético no estuvo a cargo de Borges, sino, según carta suya del
20-XI-1922, de uno de los fundadores y directores de la revista, Alfredo
Bianchi, en base al material que Borges le proporcionara.
Ya más cercana a la época que nos ocupa, hallamos un texto
del infaltable Guillermo de Torre: “Poetisas argentinas (Norah Lange. Helena
Martínez Murguiondo, María Clemencia López Pombo)”: Revista de Casa
América-Galicia 29, La Coruña, mayo de 1923 [reedicíon facsímil: I, 274].
El
trabajo de Torre comienza con estas palabras:
Norah Lange y Helena Martínez Murguiondo y María Clemencia López-Pombo: He aquí los nombres impolutos de tres novísimas poetisas, aún inéditas, extremadamente jóvenes, surgidas ante la reverberación vital de Buenos Aires. Muy líricas y muy femeninas: esta sencilla calificación superlativa lleva en sí el mejor elogio que pueda hacerse de tal fragante tríptico primaveral. Pues la cualidad femínea, neta y desenfadadamente femenina, hasta los últimos límites audaces de la sinceridad erótica, es la que más resplandece en estas sentimentales cantoras porteñas.
Tras
aludir a las poetas uruguayas Delmira Agustini, Juana de Ibarbourou y Luisa
Luisi, a Gabriela Mistral, Teresa Wilms y (críticamente) a Alfonsina Storni,
Torre prosigue:
[N]os atrevemos a presentar hoy a las tres poetisas argentinas aludidas, formadas bajo la égida de Norah Borges: El plural fervor estético de esta pintora ha prendido en el alma de estas aurorales poetisas, demasiado tiernas e imprecisas aún, mas para las que, solicitando la sonrisa comprensiva del lector, nos bastará solo insistir sobre su radiante juventud: ninguna de ellas rebasa todavía la línea meridional de los veinte años...
Torre
reproduce a continuación poemas de las tres autoras; el de “M. Murguiondo” [sic] se titula
“Horizonte”, y está firmado en Buenos Aires en mayo de 1923.
También
César González Ruano aludirá a Helena en su libro Poetisas modernas. Ensayos
críticos. Delmira Agustini. Juana de Ibarbourou. Luisa Luisi. Gabriela Mistral.
Luisa-Fernanda Inclán. Alfonsina Strorni. Margarita Abella Caprile. Susana
Montiel. Alcira Bonazzola. Dulce María Borrero. Marái Villar Buceta. Giana
Valdés Roig. Norah Lange. María Clemencia López Pombo. Helena M. Murgiondo.
Clotilde Luisi. Dulce María Loynaz. Madrid: Fernando Fe, 1924 (Literatura
americana). No he logrado ver este volumen, pero conjeturo que depende en gran
medida del estudio de Torre.
(Por
lo demás, conviene corregir expresamente un error: Torre dice que las poetas
por él comentadas son inéditas, pero eso no era cierto al momento de aparecer
su trabajo, según consigné más arriba, ya que Helena había sido publicada en
Proa y en Nosotros.)
En
los años anteriores a su fallecimiento, la investigadora argentina May Lorenzo
Alcalá y yo intercambiamos mucho material e informaciones acerca de
diversas personas y temas.[2]
Algunas
de esas informaciones pasarían, transfiguradas, a formar parte de sus trabajos
o de los míos, según dejé constancia en mis publicaciones.
En
relación con Helena, creo que yo fui útil a May en relación con los datos
anteriores a 1924; ella, en todo caso, me fue muy útil aclarando la vida
posterior de quien terminaría revelándose como Helena Martínez Murguiondo
(1895-1972): una monja para quien se solicitó que fuese beatificada.
Esa
y muchas otras noticias y alguna conjetura acerca de la amiga de Norah Borges
pueden verse en un trabajo que May dedicó a las ultraístas argentinas.[3]
Guillermo
de Torre tuvo desde 1920 contacto personal y epistolar con Juan Ramón.[4]
Norah
y Torre, su esposo a partir de 1928, pasaron en 1931 a Madrid. Allí, Norah
trabó conocimiento personal con Juan Ramón y su mujer. Ignoro si Norah y el
poeta hablaron alguna vez de las “cartitas” juveniles de la argentina.
(Hamburg,
19-VI-2014)
[1] Madrid: Publicaciones
de la Residencia de Estudiantes, 2012 (Epístola, 11).
[2] Lorenzo Alcalá
se ocupó de la vanguardia literaria argentina y brasileña, y en especial de la
vida y obra de Norah Borges. Véase, por ejemplo, su libro Norah Borges. La vanguardia enmascarada. Buenos Aires: Eudeba,
2009.
[3] May Lorenzo Alcalá: “La sociedad secreta de las mujeres ultraístas
argentinas”: URL: [http://nodulo.org/ec/2009/n089p15.htm], consultada el
18-VI-2014. La autora dice allí: “Existe la hipótesis no comprobada de
que la selección de los autores de los poemas ultraístas la haya hecho
uno de los directores de la publicación, Alfredo Bianchi”. Esa “hipótesis” es
mía, y sí está comprobada – al menos si se confía en Borges como fuente, porque
éste así lo relata a Guillermo de Torre en carta inédita del 20-XI-1922: “la
publicación de la Antología en el número 160 de Nosotros, empresa que costó algún trabajo y de cuya elección de
poemas el responsable es Bianchi”.
[4] Véase mi
libro: Correspondencia Juan
Ramón JiméneNorah Borgesz / Guillermo de Torre, 1920-1956. Madrid / Frankfurt
am Main: Iberoamericana / Vervuert, 2006.