jueves, 23 de octubre de 2014

Comunistas, terror y terrorismo

Por Gonzalo Rojas


Es tan evidente la connivencia entre los comunistas y el terror en los últimos cien años, que no resulta extraño que mucha gente se pregunte: ¿es un comunista siempre un terrorista?
No, no siempre.
Pero, a continuación, surge una segunda interrogante: ¿es un comunista siempre un potencial terrorista?
Sí, siempre.

No nos confundimos los historiadores en este tema, porque para negar lo anterior habría que haber vivido en el siglo XVII... o ser comunista. Son las únicas dos opciones desde las que se puede argumentar en contra: desde el anacronismo y desde la mentira.

Los comunistas llevan más de cien años promoviendo el terror porque estiman que así ponen a los burgueses ante su propia realidad: o aceptan que son unos miserables explotadores que merecen morir o, si se niegan a esa realidad, por eso mismo, merecen morir. Dos opciones, pero solo una salida. El terror, desde Marx a Lenin, de Lenin a Stalin, de Stalin a Corvalán, de Corvalán a la Gladys, de la Gladys a Teillier, es una sola cosa: el legítimo instrumento de purificación de los explotadores.

Por eso las Juventudes Comunistas mandaron voluntarios a las FARC, para que reforzaran después la CAM en La Araucanía. Porque los comunistas ven en esa tierra no un problema cultural, sino una estructura explotadora a la que hay que aterrorizar.

Por eso la diputada Vallejo no se levantó para rendir homenaje al asesinado senador Guzmán. Porque -al menos- le es indiferente la muerte de un burgués a manos de un grupo terrorista de su propia filiación.

Por eso el diputado Teillier -cabeza militar del mismo grupo terrorista que asesinó a cinco militares- afirmó que no hay más terrorismo que el de Estado. Los burgueses cabezas duras tienen que entender que cuando los comunistas eliminan militares, solo hacen justicia.

Por eso Eduardo Contreras, el célebre embajador comunista, ha afirmado que no tiene ninguna duda de que los actos terroristas que se han registrado en Chile provienen de la ultraderecha. Los burgueses tienen que hacerse cargo de todos los crímenes, porque ellos generan las condiciones para que sucedan. Contreras, queriendo parecer sutil, ha afirmado que lo que declaró lo dijo en privado. Pero nunca ha dicho que no lo cree y que no actúa en consecuencia.

Por eso Teillier -sí, el mismo- ha afirmado que lo de Contreras es un error. Obvio. Un comunista jamás debe adjudicar los actos terroristas a particulares: la ideología oficial estipula que son siempre y solamente actos de un Estado fascista. Ya es hora de que los burgueses asimilen ese dato y que Contreras no se vuelva a equivocar.

Por eso no han tenido vergüenza alguna los militantes comunistas de exhibir sus banderas en el funeral del recientemente fallecido ex vocero de su FMR. Ahí se han sentido muy cómodos el diputado Carmona, el alcalde Jadue y el frentista Bunster, todos comunistas. Los burgueses tienen que entender que cuando muere un terrorista, algo de cada comunista muere con él.

Pero queda la segunda parte.

Es la posibilidad de que el burgués se dé cuenta de toda la mentira y el crimen que se expresan en la actividad terrorista.

Para esa instancia, los comunistas han elaborado una fórmula sencilla y mil veces difundida: "Denunciamos la campaña del terror que ha iniciado la derecha". Así actúa el brujo que antes de acostarse mira debajo de la cama, por si hubiera algún otro brujo escondido; es el terror al cuadrado, para evitar que el burgués tome conciencia del terrorismo comunista.

¿Son contrarios los comunistas al terrorismo anarquista de los bombazos? No, solo les incomoda que pueda despertar a una adormecida burguesía a la que es mejor aterrorizar con métodos más sutiles.