jueves, 23 de septiembre de 2010

Macedonio Fernández y la pintura. Apuntes alrededor de un texto perdido [1]

Por Carlos García (Hamburg) / carlos.garcia-hh@t-online.de


No son conocidas muchas incursiones de Macedonio Fernández en relación con el tema pintura o con las artes plásticas en general.

En primer lugar, vienen a la memoria sus risueños comentarios acerca de su propio retrato, aparecido en Papeles de Recienvenido.[2]

Hay también algunos brindis a los artistas Pedro Figari,[3] Salguero Dela-Hanty,[4]  Alejandro Sirio,[5]  y poco más.[6]
 
Sin embargo, subsisten huellas de que hacia 1929-1930 Macedonio había planeado y quizás escrito un texto sobre otro pintor.

A más tardar desde comienzos de 1929, Raúl E. Lagomarsino venía planeando una serie de publicaciones dedicadas a pintores americanos, una parte de la cual estaría dedicada a artistas argentinos.

La primera huella que encuentro al respecto procede de una carta de Alfredo Guttero a Luis Falcini, del 19 de marzo de 1929 (que he visto gracias a la eficiente amistad de Patricia Artundo).[7]
 
Allí, Guttero relata a Falcini los primeros planes, intenta ganarlo para el proyecto, y menciona ya al uruguayo Pedro Figari entre aquellos a quien se dedicaría un volumen, porque se "le considera artista nuestro por su actuación y porque todo lo suyo es de acá y para acá".

Macedonio había formado parte, hacia 1925, del llamado "Frente Único", al que pertenecieran tanto Figari como Oliverio Girondo, Borges, Ricardo Güirlades, Evar Méndez y otros, y cuyo fin era relacionar a la intelectualidad de los países latinoamericanos entre sí.

Macedonio Fernández
La serie, que aspiraba a ser similar a otras europeas (Valori Plastici de Italia, o Peintres Français Nouveaux, de Francia), terminaría llamándose Nuevos Valores Plásticos de América. Se planeaba que cada volumen contuviera unas 20 reproduccciones del artista en cuestión y diversos textos críticos sobre su obra.

El volumen dedicado a Figari apareció efectivamente en 1930, en Editorial Alfa y con prólogo de Borges.[8]

En la contratapa se anunciaba que el volumen número 2 estaba ya en prensa. Se trataría del dedicado a Alfredo Bigatti, y tendría un texto de Jacobo Fijman. Los volúmenes siguientes estarían dedicados a Malharro, Falcini, Guttero y Fioravanti.

Por razones desconocidas, el volumen sobre Bigatti no fue publicado; tampoco el texto de Fijman (que no se conserva en la Fundación Forner-Bigatti, Buenos Aires).

Sin embargo, en 1930 se contaba aún con la aparición de otros volúmenes, y es aquí donde entra en escena Macedonio.

El libro sobre Figari fue reseñado (sin firma) en la revista bimensual La Literatura Argentina, dirigida por L. J. Rosso (105 números, entre septiembre de 1928 y agosto de 1937).

Reproduzco completa esa breve reseña poco difundida, que tampoco figura, hasta donde alcanzo a ver, en bibliografías relacionadas con Borges:[9]
Nuevos valores plásticos de América 
Bajo la dirección de Raúl E. Lagomarsino ha comenzado a publicarse una colección de nuevos valores plásticos de América. El primer cuaderno está dedicado a don Pedro Figari, de cuyos cuadros se ofrece dos tricromías y 25 grabados en negro. Jorge Luis Borges escribe en esta edición palabras sustanciales sobre el arte singularísimo –pinta la memoria argentina– del pintor rioplatense. Al final se transcribe algunos comentarios críticos a la obra de Figari.
En esta original colección figurará en seguida Alfredo Bigatti, y luego Malharro, Falcini, Guttero y Fioravanti. Prepárase además una serie de 20 grabados de Pompeyo Audivert, con notas de Fijman y Macedonio Fernández.
Sorprende la mención conjunta del pintor español Pompeyo Audivert (1900-1977, radicado dese 1911 en Buenos Aires), Fijman y Macedonio, acerca de cuya eventual relación no conozco detalles, salvo el hecho de que pertenecían, en diverso grado, al grupo de vanguardistas que había surgido en la década del veinte.

Macedonio Fernádez
En 1929, los siguientes artistas expusieron en el "Nuevo Salón": Héctor Basaldúa, Norah Borges, Elena Cid, Pedro Figari, Emilio Pettoruti, Lino E. Spilimbergo, Xul Solar y otros (menciono sólo a aquellos que tuvieron relación comprobable con Borges, Macedonio o algún otro autor de la época, como Francisco Luis Bernárdez o Leopoldo Marechal). A la de estos se unieron obras de Audivert, Berni, José Fioravanti y otros para una exposición que se hizo en Rosario por las mismas fechas. Audivert estuvo relacionado con Oliverio Girondo y con Fijman; ilustró el primer poemario de Fijman: Molino rojo (1926). Fijman, a su vez, dedicaría su libro Hecho de estampas (1929) :
A Macedonio Fernández, Eduardo Mallea, Raúl Scalabrini Ortiz, Oliverio Girondo, José Planas y Casas, Adán Diehl, Mario Pinto, Pompeyo Audivert, Raúl González Tuñón, Rafael Crespo, Alfredo González Garaño.[10] 
En 1933, Audivert publicó también en el primer número (doble) de la revista Poesía, de Pedro-Juan Vignale. En ese número colaboraron también, entre otros, Norah Lange, B. Fernández Moreno, el peruano Alberto Hidalgo, Pierre Reverdy (en traducción de Elvira Martínez, la mujer de Hidalgo) Nicolás Olviari, Scalabrini Ortiz, Canal Feijóo, Pablo Rojas Paz y Macedonio Fernández.

No encuentro, por ahora, más datos que permitan ordenar o explicar mejor esta curiosa colaboración (¿perdida?) de Macedonio.


(Hamburg, 26-VIII-2006 / 22-IX-2010)


Notas

[1] La primer versión de este texto apareció en Revista Megafón 1, Buenos Aires, enero-febrero de 2007 (www.revistamegafoncom.ar). La segunda apareció bajo la fecha 2-IX-2008 en www.macedonio.net. Esta versión, la tercera y previsiblemente última, ha sido ligeramente aumentada y actualizada.
[2] “Biografía de mi retrato en Papeles de Recienvenido. Pose N° 3”: Papeles de Recienvenido y Continuación de la Nada. Prólogo de Ramón Gómez de la Serna. Prosistas de España y América. Editorial Losada, 1944, 118-119; Obras Completas IV, 87-88 (de aquí en más OC). Macedonio alude a algún retrato suyo también en carta inédita a Evar Méndez, sin fecha (preparo la edición comentada de esta correspondencia). Acerca de la relación entre Macedonio y Ramón Gómez de la Serna, cf. mis trabajos: "Ramón y Macedonio Fernández: afinidades electivas": BoletínRAMÓN 3, Madrid, otoño de 2001, 32-38 y “Macedonio Fernández y Ramón: encore”: BoletínRAMÓN 11, Madrid, diciembre de 2005, 74-77. La correspondencia 1929-1937 entre Alfonso Reyes y Macedonio, que di a conocer en Letras de Buenos Aires 44, noviembre 1999, 33-39 y en Universidad de México (Revista de la UNAM) 600-601, México, enero-febrero 2001, figura ahora en un marco más idóneo, en mi libro Discreta efusión. Alfonso Reyes / Jorge Luis Borges. Epistolario (1923-1959) y crónica de una amistad. Madrid / Frankfurt am Main: Iberoamericana / Vervuert, 2010.
[3] “La oratoria del hombre confuso (Dedicado al Dr. Pedro Figari. Leído por el poeta E. Fernández Latour en el banquete en que el notable pintor fue congratulado a inspiración común de Martín Fierro, Proa y Noticias Literarias)”: Martín Fierro 10-11, 9-X-24, 74; Papeles de Recienvenido, 1929, 37-40; OC IV 51-53. De este texto hay un borrador inconcluso en un cuaderno de Macedonio, de 1924.
[4] “Modelo de disculpas para inasistentes a un banquete (Demostración a Dardo Salguero Hanty)”: OC IV 59-60. Salguero había ilustrado con un retrato de Macedonio “La meta-ísica, crítica del conocimiento. La mística, crítica del ser”: Proa 2, Buenos Aires, septiembre de 1924, 21-34; OC8 193-197.
[5] “Imaginario brindis a Alejandro Sirio”: OC IV 76-77. Conjeturo que ese texto sin fecha es de hacia 1932, cuando Sirio regresa de París.
[6] Como ejemplo de trabajos inspirados por Macedonio y su obra, cf. Macedonio Fernández visto por Libero Badíi. Buenos Aires: Imprenta Anzilotti, 1966. Dibujos en tinta china, esculturas en bronce y grabados a la punta seca y buril expuestos en la Galería Van Riel de Buenos Aires, del 11 al 23 de julio 1966.
[7] En los siguientes libros de Artundo se hallan informaciones acerca de todos los artistas mencionados en este trabajo: Cartas a un amigo: Epistolario Guttero-Falcini 1916-1930. Buenos Aires: Mecanografiado, 1997; Cartas a un amigo: Epistolario Guttero-Falcini 1916-1930. Introducción, organización, establecimiento del texto, notas y anexos de Patricia M. Artundo. Buenos Aires: Instituto de Teoría e Historia del Arte “Julio E. Payró”. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires, 2000; Epistolario Guttero-Falcini (1916-1951). Buenos Aires: Serie Monográfica del Payró, N° 5, 2000, 216 pp.
[8] En realidad, se trataba del texto de una conferencia leída en el Convivio de los Cursos de Cultura Católica con motivo de la inauguración de la exposición de Pedro Figari. Ese texto apareció en la revista católica Criterio I.30, Buenos Aires, 27 de septiembre de 1928, bajo el título “Página relativa a Figari”. Con algunas variantes, pasó a formar el prólogo al libro sobre Figari (reproducido en Borges: Textos recobrados, 1919-1929. Buenos Aires: Emecé, 1997, 362-364).
[9] En la misma página figura una amplia reseña del volumen Arriba el telón (1930), que recoge seis obras teatrales del psiquiatra y escritor Dr. Gonzalo Bosch publicadas entre 1917 y 1925 (La huelga, Los venenos, En la corriente, Al margen de la sombra, La extraña y Agua mansa). Bosch era el hermano de Consuelo Bosch de Sáenz Valiente, la Eterna de Macedonio.
[10] Corrijo la defectuosa grafía de algunos nombres en el original.