Por Alberto Hidalgo
Hombres: el ser de puntos que componen la línea.
Divisibles: mas unos en el estado de ardor y lágrima.
Todo circunferencia, círculo alterno.
Contacto de corrientes de las almas, un alma sola.
Están perdidas, mezcladas, las rutas ciertas.
Deletreando las fuerzas se hallarán.
Se redescubrirá el vuelo de los abrazos.
Y las albas saldrán de la costumbre de despertar.
Las plantas pobres aprenderán ciencia de flor.
Hombres de carne volverán al polvo, a la piedra, a la roca.
Repetirán las cosas, serán cosas, algo más que personas.
Hallazgo pleno del profundo destino de las cosas.
Tierra será vivir pacto de tierra.
El aliento vendrá de abajo, a paso de émbolo.
Y el hombre será inmóvil, moviéndose en el giro de los orbes.
Una presencia como la montaña.
Del poemario Actitud de los Años (1933)
