lunes, 5 de marzo de 2012

El otro Ramón. Cuatro cartas de Ramón de la Serna a Guillermo de Torre (1934-1943) [1]


Por Carlos García (Hamburg)
[carlos.garcia-hh@t-online.de]


Clasificados por error entre los papeles de la correspondencia man­te­nida entre Ramón Gómez de la Serna y Guillermo de Torre se con­­ser­van en la Bi­blio­teca Nacional (Madrid) cuatro documentos que no pertenecen a ella (signatura: Mss 22824/17, 59 a 62).
El remi­tente no es Ramón Gómez de la Serna, como allí se supone, sino el en su tiempo reputado escritor y tra­ductor español Ramón de la Serna.
En los repertorios a mi alcance, es poco lo que se halla acerca de él: Ramón de la Serna y Espina nació en Valparaíso (Chile) en 1894; sus padres fueron la es­critora Con­cha Espina y Tagle (1869-1955) y el escritor y traductor Ra­món de la Serna y Cueto (1870-1936).
Ramón de la Serna cursó estu­dios en Alemania en la década del veinte. Fue corresponsal de El Sol, La Libertad y otros periódicos madrileños, a menudo bajo el seudónimo “Ramón de Luzmela”.
Tras la Guerra Civil, Ramón de la Serna, que había cursado estu­dios en Alemania alrededor de 1922, se estableció en Chile, donde ya habían vivido sus padres un tiempo tras 1893. Falleció en San­tiago de Chile en 1969, donde había vivio con su mujer, Eva Car­gher. 

Su her­mano Víctor (1896-1958) y su hermana Josefina de la Serna y Espina (1903-19??) alcan­za­ron cierta notoriedad: él como escritor,  periodista y director de Informaciones, ella con cuen­tos infantiles y una biografía de su madre publicados bajo el nombre “Josefina de la Maza”, tras casarse con el eximio guitarrista Regino Sainz de la Maza.
Además de los títulos mencionados en notas a las cartas re­pro­du­cidas abajo, Ramón de la Serna tra­dujo numerosos libros (aquí re­co­gidos en la Bi­blio­gra­fía final).
La similitud de su nombre con el de Ramón Gómez de la Serna ha con­tri­buido a crear confusiones y a sumir su obra en el inmerecido olvi­do.[2]
El mismo Ramón alude a veces a ello, por ejemplo en un prólogo fe­chado “1952-1960” a Greguerías. Selección 1910-1960 (Madrid: Es­pasa-Calpe [Austral, 143], 1960, 9):
Así como soy Gómez de la Serna, y no sólo de la Serna, de­bién­dose exi­gir por lo tanto el Gómez –exíjase el Gómez–, así también hay que exigir la palabra gre­guerística franca y rotunda frente a esos comienzos de pá­rrafo en los que está el tirón de la originalidad y la comparación.[3] 
Ya antes, había escrito en “Variaciones. El torero Ramón”: Luz, Ma­drid, 28 de agosto de 1934 (citado por Rafael Flórez: Ramón de ra­mones. Madrid: Bitácora, 1988, 89):
Los homónimos trastornan la vida. Yo tengo un homónimo que se llama Ramón de la Serna, escritor, hijo de Concha Espina de la Serna, de tan diverso estilo al mío, que los que me confunden con él les extraña que yo haya dejado de ser barroco.
Ramón de la Serna comenzó firmando sus escritos Ramón de Luzmela,[4] en recuerdo de un personaje de una novela de su madre; pero después recuperó su verdadero nombre y apellido, y co­men­zaron las confusiones.
[...]
Muchos más casos de tomarnos el uno por el otro me han sucedido en los últimos tiempos, y, sin embargo, nos saludamos sin rencor cuando nos encontramos muy de vez en cuando en la Revista de Occidente.
Yo diría ‘exíjase el Gómez’, pero además de porque es un buen escritor Ramón de la Serna, porque eso supondría una especie de prevención, no lo digo y dejo que el público se fije un poco más en matices, tomando más exacta nota del perfil de cada uno.
Pero ahora ha aparecido otro Ramón de la Serna que es torero y es de Sepúlveda.
Si bien de carácter asertivo, el presente trabajo aspira a llamar la atención sobre este “otro Ramón”.
Entre sus obras figuran la novela Chao (Barcelona: Araluce, 1933), y también Antonio Ruiz: la vida extraordinaria del campeón de Eu­ropa (Madrid: Sucesores de Rivadeneyra, 1926-1927).
Ambas obras han sido erróneamente atribuidas aquí y allá a Ramón Gómez de la Serna, tanto en España como en Argentina.
La primera fue reseñada, bajo la atribución correcta, por Ben­jamín Jar­nés en La Nación, Buenos Aires, 28 de mayo de 1933. Pero ya al mes siguiente Eduar­do Suárez [Danero] confunde al autor en el comentario que hizo de la novela en Caras y Caretas 1810, Buenos Ai­res, 10 de junio de 1933, bajo la rúbrica “Libros es­pañoles”:
Chao, por Ramón Gómez de la Serna. – La novela del hombre escu­rri­dizo, del hombre inestable, del hombre que no está conforme ni bien en nin­guna parte. Una biografía tan localista como arbitraria; un libro más, desbordante de humorismo, del escritor tan familiar al público argentino.
En cuanto a la segunda, véase lo que relata Juan Manuel Bonet en un catálogo de exposición (Los Ismos de Ramón Gómez de la Ser­na y un apéndice circense. Madrid: Museo Nacional Centro de Arte de Arte Reina Sofía, 5 de junio al 25 de agosto de 2002, 50):
En su entusiasmo por Ramón, el por cierto también muy gimenez­ca­ba­llerista Agustín Espinosa llegó a atribuirle, en La Rosa de los Vientos de Tenerife, revista que Ramón había saludado con alegría, una bio­grafía de un boxeador escrita por... Ramón de la Serna, y que calificaría como uno de sus libros más característicos y mejores. A su través, el madrileño [...] tuvo gran influencia en el archipiélago canario, tierra entonces pródiga en vanguardistas.
Tras la Guerra Civil Ramón de la Serna publicó aún la novela ¡Viva Asturias!. En Chile escribiría algunas piezas de teatro: Olga Chejova (1954), Boves (1957), La noche inclinada (1962).
Antes de exiliarse, Ramón de la Serna debe haberse carteado con varias personas del ámbito literario de Madrid. Aparte del testimonio suyo que se con­serva en la Fun­dación Ortega y Gasset hay cartas suyas en la car­peta 225 del Archivo Rafael Cansinos Assens, que no he visto.
Las misivas reproducidas a continuación, a las cuales agrego al­gu­nas notas que permiten comprender alusiones y contextos, mues­tran los entretelones del trabajo de tra­duc­ción, que Ramón de la Serna hizo del alemán y del inglés.[5]
Como se verá, largos pasajes de las cartas se ocupan de los en­tre­telones pecuniarios de algunas traducciones hechas por Ramón de la Serna. El material es muy útil para comprender la manera en que funcionaba el mundillo literario y editorial de la época.

[1]
[Carta de Ramón de la Serna a Guillermo de Torre. BNM 59; 3 pp. manuscritas. Torre anotó: “R. el 28” (es decir: recibida el 28).]

Ruiloba (Santander), 27 de septiembre de 1934

 

Querido Guillermo:

Habrá recibido usted una carta mía anuncián­do­le el resto de tra­duc­ción que faltaba para completar el presunto pri­mer tomo de la obra de Jung.[6] Este resto no se habrá incluido en la tasación de Calpe. Puedo asegurarle que a [Manuel García] Mo­ren­te[7] no le pa­gan se­gún esa tarifa, aunque él mismo lo diga. Pero la dis­creción man­da no tocar estas cosas, y el hablar de ellas in­cluso podría de­ri­var [en] perjuicio para mí. El mismo Morente sería el primero en des­­men­tir­me. Para tener una idea de lo que ese “jornal de ham­bre” de Cal­pe su­pone, basta considerar que el librito de Jas­pers[8] que usted co­noce, que fue el pri­mero que traduje para Labor, me valió 700 pe­setas, es decir, noventa pesetas menos que la mi­tad del li­brote de Jung. Le pongo este ejemplo porque “salta a la vista”. Esta tra­duc­ción fue una especie de prueba. La editorial La­bor que­dó tan com­placida que re­compensó luego no sólo la can­ti­dad, sino la cali­dad del trabajo en posteriores traducciones. Ya le de­cía en mi carta de hace días que por Las re­li­giones de la /2/ Tie­rra (en pren­sa), que viene a ser la mitad del libro de Jung, me ha pagado dos mil pe­se­tas.[9] En Madrid tengo docu­men­ta­ción de todo esto y en último caso ahí está la misma edi­torial (Pro­venza 84-88, Bar­ce­lona) que no me dejará mentir. Ya sé que a usted nada tengo que con­tar­le de es­tas cosas, querido Guillermo. Sólo inol­vi­dables mo­tivos de gra­ti­tud ten­go hacia usted. Si se las digo es por si pueden ser­virle de ar­gu­men­to, más que con Calpe (para quien deben ser inútiles todos los ar­gumentos) cerca de “Sur” y de su di­rección.[10] En cuanto al re­tra­so en el pago me perjudica en el sen­tido de que yo había de momento concentrado toda mi actividad en esta traduc­ción. Aunque me pon­ga ahora con urgencia a otra cosa... este re­tra­so me dese­qui­libra y me pone en verdadero trance de apuro.
Ya le decía en mi anterior que por /3/ ahora continuaremos aquí. Me gustará mucho recibir el número de Sur y el libro de Law­rence[11] y que me haga esa pregunta para su Almanaque Lite­ra­rio, cuya publi­ca­ción es para mí una gran noticia, pues siempre es­toy esperando algo nuevo suyo.[12] Yo me dedicaré desde ma­ñana mismo exclusi­va­­mente a Spranger...[13] y a ver si "Sur" me encarga una nueva obra de Jung o de otro autor (que no sea no­velista), aun­que se im­pri­ma en Buenos Aires. Espero que la pri­mera prueba reco­mendará el se­gundo encargo.
Muy agradecido a su carta bondadosísima en todos sentidos. Sé cuánto le debo, me doy exacta cuenta de ello y no lo olvidaré.
Jochebeth me encarga muchos y muy cordiales recuerdos para Norah. Para usted un fraternal abrazo, con la amistad inalterable de

Ramón de la Serna

Si no es indiscreto preguntarlo, me gustaría saber qué es lo que se ha­bló del libro de Spranger en la Revista [de Occidente].

[2]
[Carta de Ramón de la Serna a Guillermo de Torre. BNM 60; 5 pp. manus­critas.]
General Arrando, 42
Madrid (4), 13 de febrero de 1935

Sr. D. Guillermo de Torre

 

Mi querido amigo:
Después de enviarle las cartas de [Editorial] “Labor” le ad­junto una carta del P. Félix García,[14] director de la sección reli­gio­sa de “La­bor” y un ejemplar en alemán de la obra Evangelium und Ar­beit [Evan­gelio y trabajo][15] con el correspondiente cálculo por pa­la­bras. Aun­que no es éste el trabajo mejor retribuido por "Labor", es el único texto en ale­mán que he podido conseguir y como no tengo el ori­ginal es­pañol de ninguna de las dos obras, había que hacer el cálculo sobre la base del alemán. Ha­bién­do­se pagado por Evan­ge­lium und Arbeit ptas. 1500.- y dando este libro 112.812 palabars, mientras /2/ por la mitad del de Jung sólo son 100.762, faltan unas 150 pesetas para llegar a las 1500 por esta mi­tad, es decir: faltan 300 pesetas para llegar a las 3000 pesetas por todo el libro. Luego según esta tarifa vienen a resul­tar aproximada­mente por el libro de Jung entero unas 2700 pe­setas. Ahora bien, se trata de una obra de mucha mayor dificultad y por la carta del P. Félix García puede usted ver que se fijan los hono­rarios según la cate­goría de las obras, y aún que [Editorial] Ara­luce, por ejemplo, supe­ra en 300 pe­setas las 700 pagadas por “Labor” por la traducción de la obrita de Jaspers. Pero Araluce es mi editor...[16] Ya anteriormente le he citado el caso de nuestro /3/ co­mún amigo Ayala.[17] En realidad no existe un criterio fijo y cerrado –den­tro de ciertos límites– para estos cálculos que sue­len hacerse en números redondos y con esti­mativos cuando se trata de asunto im­portante. Y tan sin con­di­cio­nes y con tal altura se llevan aquí es­tas cosas por las grandes edi­to­riales que (como queda do­cu­men­ta­do también por la adjunta carta del P. Félix Gar­cía) para Die Re­ligionen der Erde [Las reli­giones de la tierra] la casa “Labor” me pidió que fijara yo mismo mis hono­ra­rios. Ni esta casa, ni ninguna otra de las editoriales espa­ño­las que habitual­mente soli­ci­tan mi co­la­bora­ción, retribuirían la tra­ducción de la obra de Jung con me­nos de Ptas. 3000.- /4/
Otra cuestión: en un libro con tanta cita bibliográfica en alemán y sobre todo en un texto de tan nueva y difícil terminología puede fa­cilísimamente resultar un verdaero engendro si no me es posible re­vi­sar y corregir concienzudamente las pruebas. De no imprimirse el libro en Madrid yo declino toda responsabilidad en este aspecto y le ruego que lo haga constar así.
El más cordial saludos de su siempre devoto,

Ramón de la Serna

.....
[En la página siguiente figura, sin más comentario, una calculación:]

/5/
G. Jung, Psychologische Typen

Contadas las palabras de 3 páginas dieron:
una 282 palabras
otra 288     "
       y la tercera 287     "
        total            857 palabras

Lo que da un promedio de 286 palabras por página.
Total de páginas:        704
    "    "   palabras:        201.344
------------------------------------------------------------------------------
Simon Weber, Evangelium und Arbeit
Contadas las palabras de 3 páginas dieron:
una 320 palabras
otra 330      "
       y la tercera 300     "
             total      950 palabras

Lo que da un promedio de 316 palabras por página.
Total de páginas:        357
    "    "    palabras:       112.812

Viene, pues, a resultar una tarifa de algo más de 13 pesetas por mil pala­bras.
.....
Al día siguiente, Ramón de la Serna remite a Torre una nueva carta y, según conjeturo, algún texto.

[3]
[Carta de Ramón de la Serna a Guillermo de Torre. BNM 61; 2 pp. manuscri­tas.]

[Madrid,] 14 de febrero de 1935

Querido Guillermo: 

Ahí va eso, pues contando lo que tarde el “re­cado” de Buenos Aires en ir y volver, la cosa no admitía espera y a lo mejor termino la tra­duc­ción y no se sabe nada de nada. Apre­mia, pues. La parte “finan­ciera” va en carta aparte con los anejos por si quiere usted enviarla a Buenos Aires. El libro le ruego que me lo devuelva, pues he tenido que pedirlo prestado y, a mi vez, tengo que devolverlo.
Estamos deseando verles. Estamos en deuda con ustedes, en to­dos sentidos. Espero enviarle dentro de unos días la nota del libro /2/ de Frank.[18] Y a ver si nos citamos.
¿Qué pasa con la tertulia del León? Estoy seguro de que hemos de­ja­do de ir por la hora: uno tenía estreno, otro convite, el tercero te­nía que ir al cine con su cuñada, yo tenía que madrugar... Si esa mis­ma tertulia se hiciera los sábados, pero después de almorzar (hacia las 3 de la tarde) se­guramente que todos seríamos mucho más “fieles”.
¡Muchas gracias por las amistosas y cariñosas palabras dedicadas en el Almanaque (que me ha gustado mucho) al traductor de Voss­ler![19] ¡Y mi enhorabuena más entusiasta por su gran éxito de San Sebas­tián!
Saludos afectuosísimos de los dos para Norah.
Le abraza, Ramón
.....
El epistolario conservado en Madrid se interrumple por ocho años. Al reto­mar­ el contacto, Ramón de la Serna está ya radicado en Chile, segu­ramente debido a la Guera Civil.


[4]
[Carta de Ramón de la Serna a Guillermo de Torre. BNM 62; 1 p. mecanogra­fiada.]


Prieto 40
Cartagena de Chile, 10 de octubre de 1943

Mi querido amigo:

Su admirable estudio sobre Menéndez y Pelayo y las dos Españas hace más que postular la integración hispánica: colabora en ella mag­­­níficamente.[20] Claro que no hay otra salida. El Rey Don Felipe tiene que interesarnos a nosotros porque a la gente del Ma­drid de hoy no le interesa en absoluto. El empellón que enca­ramó decisiva­mente a esa minoría de fuera y no del fondo de nues­tro pasado. Por lo mismo que fue un azar crue­lí­simo, tiene que ser de índole esen­cialmente tran­sito­ria. Era nece­sario, proba­ble­mente. Los per­so­najes del franquis­mo no creen en sí mismos, ni en nada. “Hemos supri­mi­do el siglo XIX”, ha dicho Franco memora­blemente. Esto su­pondría, dentro de la conti­nui­dad histórica, vin­cularse al XVIII: ¡al nuestro! Es decir, al verda­dero “culpable” in­mediato. Y es que po­drán barruntar oscura­mente lo que quieren, pero la verdad es que no saben lo que dicen. Hasta los que ten­drían que hacer ellos se los [sic] estamos haciendo nosotros. ¿Qué más?
Le felicita muy cordialmente, le recuerda y admira siempre su viejo amigo
Ramón de la Serna
.....

APÉNDICE

Algunos trabajos traducidos por Ramón de la Serna
(Orden cronológico)

Krische, Pablo y Maria: El enigma del matriarcado: estudio sobre la pri­mi­tiva época de acción y valimiento de la mujer [Das Rätsel der Mut­ter­rechts­ge­sellschaft. Eine Studie über die Frühepoche der Leistung und Geltung des Weibes. München: Georg Müller, 1927.] Madrid: Revista de Oc­ci­dente, 1930.
Stenzel, Julius: Filosofía del lenguaje. [Philosophie der Sprache. München: Oldenbourg, 1934.] Madrid: Revista de Occi­den­te, 1935.
Spranger, Eduard: Formas de vida: psicología de ética de la per­sonalidad. [Le­bensformen. Geisteswissenschaftliche Psychologie und Ethik der Persön­lich­keit. Halle: Max Niemeyer, 1922; reed. 1930.] Madrid: Revista de Occidente, 1935 (reed. 1961, 1966, 1972).
Schramm, Edmund: Donoso Cortés. Su vida y su pensamiento. [Donoso Cor­tés. Leben und Werk eines spanischen Antiliberalen. Hamburg, 1935.] Ma­­drid: Es­pasa-Cal­pe, 1936.
Samhaber, Ernst: Suda­mérica. Biografia de un Con­ti­nente [Spanisch-Süd­ame­rika. Berlin: Deutscher Verlag, 31941]. Buenos Aires: Sudamericana, 1946.
Mat­tingly, Garret: Ca­ta­rina de Aragón. [Catherine of Aragon. Boston: Little & Brown, 1941.] Buenos Aires: Sudame­ri­ca­na, 1942 (21945).
Va­lentin, Veit: Historia Uni­ver­sal. Los pueblos, los hombres y las ideas (3 to­mos). Buenos Aires: Edi­torial. Sud­a­me­ricana, 1944-1945 (véase la reseña de Jorge Luis Borges del original ale­mán, quien tilda al libro de “obra ad­mi­ra­ble”: “Veit Valentin, Weltgeschichte [Albert Lange, 1939]”: Sur 60, Buenos Ai­res, sep­tiembre de 1939, 66-67; Borges en Sur, 1931-1980. Bue­nos Aires: Eme­cé, 1999, 209-210).
Burkhardt, Jacobo: La cultura del Rena­cimiento en Italia. [Die Kultur der Re­naissance in Italien. Basel, 1860; numerosas reediciones.] Bue­nos Aires: Lo­sada, 21944 (1952, 1962, 1982).
Valentin, Veit: Historia de Alemania. [Geschichte der Deutschen. Berlín: Ullstein, 19301-931, 2 vols.] Buenos Aires: Suda­me­ri­cana, 1947.
Roeder, Ralph: Catalina de Medicis. [Catherine de Medici and the Lost Revo­lution. New York, 1937; numerosas reediciones.] Bue­nos Aires: Su­da­me­ri­cana, 1949. [En su ensayo “En torno a la bibliografía de Ramón Gómez de la Serna”, recogido en el primer volumen de las obras de Ra­món, páginas 49-71, Pura Fer­nán­dez anota sobre este libro: “En vista de que no tiene ca­bida en este reper­torio, consignamos, a modo de /68/ curiosidad bi­blio­gráfica, la faceta traduc­tora de Ramón, tal vez apócrifa, pero certificada en las portadas de libros como las Nue­vas historias extraordinarias de Edgar Allan Poe (Madrid, Edi­ciones Mateu, 1918), o Catalina de Medicis de Ralph Roeder, en la Editorial Suda­mericana, según informa el Boletín Biblio­grá­fico Ar­gentino del año de 1949.” A mi entender, el último aserto de Pura Fer­nán­dez es erró­neo: no Ramón, sino Ramón de la Serna es el traductor del volumen de Ralph Roeder.]
von Kleist, Heinrich: “Terre­moto en Chile”: Boletín del Instituto Chile­no-Alemán de Cul­tura, año II, cua­derno 1-2, Santiago de Chile, 1954, 5-13.
Mann, Thomas: Cervantes, Goethe, Freud. Traducción de Ramón de la Serna Espina y Felipe Jiménez de Asúa. Buenos Aires: Losada, 1961 (existe reedi­ción de 2004). [Textos tomados de diferentes libros de T. Mann; ignoro quién hizo la selección.]

Carlos García
(Hamburg, noviembre de 2006 / febrero de 2012)

NOTAS

[1] La primera publicación de este trabajo apareció en Ínsula 702, Madrid, junio de 2005, 7-10. Una versión revisada, de noviembre de 2006, apareció en Letras Uruguay, 21-XI-2006 (URL: http://letras-uru­guay.es­pacio­la­tino.com/aaa/gar­cia_carlos/otro_ra­mon.htm). La pre­sente, nuevamente au­mentada, es de febrero de 2012.

[2] La confusión se extiende incluso a la meritoria website del Archivo de la Edad de Pla­ta (Madrid), donde se reproduce un trabajo de Ramón de la Serna publicado en Chile bajo el título “Gustavo Durán”, erróneamente atribuido a Ramón Gómez de la Serna. Algo similar ocurre en la Fundación Ortega y Gasset (Madrid): entre los papeles de Ra­món Gómez de la Serna se encuentra una carta del “otro” Ramón (preparo la edición co­men­tada del epistolario entre Ortega y Ramón).

[3] Para incordiar a au antiguo amigo Ramón, el peruano Alberto Hidalgo comenzará a lla­marlo, tras la ruptura, “Ramón Gómez”. Así, por ejemplo, en su columna del pe­rió­di­co argentino Crisol: “Segu­ramente que Ramón Gómez pre­feriría los libros de Max Ja­cob” (Crisol, 23-VII-33, sin firma); el “escritor español Ramón Gómez, venido al país en tren de propaganda de la Exposición del Libro” (Crisol, 14-VI-33); “Lo cierto es que cuando Ramón Gómez tenía talento y no era bufón, sistematizó la gre­guería” (Crisol, 29-VI-33). Véase Martín Greco: “El Crisol del fascismo. Alberto Hidalgo en la década del 30”: Álvaro Sarco, ed.: Alberto Hidalgo, el genio del desprecio. Materiales para su estudio. Lima: talleres tipo­gráficos, 2006, 335-382.

[4] Bajo ese nombre sólo he visto el siguiente título: Victor Auburtin: Un vaso con peces de oro. Versión del alemán por Ramón de Luzmela. Cubierta de María Gallastegui. Ma­drid: Calpe, 1925, Col. Los humoristas (el original alemán, aparecido en 1922, llevaba por título Ein Glas mit Goldfischen). El ahora poco conocido Auburtin (1870-1928) pu­blicó en las revistas alemanas Jugend y Simplicissimus. Entre 1911 y 1914 fue co­rres­pon­sal en París; al estallar la Primera Guerra Mundial fue encarcelado por tres años. A partir de 1917 viajó mucho por Europa, sobre lo cual publicó algunos libros.

[5] Véase también, por ejemplo, su trabajo “Harry Wills”: La Gaceta Literaria 21, Ma­drid, 1-XI-1927.

[6] Según se desprende de la misiva N° 2, se trata de Carl Gustav Jung: Tipos psico­ló­gicos. Trad. directa de Ramón de la Serna. Buenos Aires: Sur, 1936 (varias reediciones: Editorial Sudamericana, 1945; 91965; 101972). Ya en carta del 6 de octubre de 1933 Eduardo Mallea había escrito a Torre acerca de ese libro: “Lo que nos interesa [para edi­torial Sur] es la traducción de Tipos psicológicos de Jung, no importa lo que cueste, no importa tampoco que la venta cubra o no los gastos. Fundamental es a mi juicio dar inicialmente libros de significa­ción vasta y verdadera. Luego haremos, numerosamente, libros de fácil salida.” Y en car­ta del 24 de noviembre de 1933: “Puede usted adquirir los derechos de Jung para Psy­chologische Typen. Pero la versión española tendría que estar muy rápidamente o de lo contrario la haríamos hacer aquí.” También cartas de Victoria Ocampo a Torre, del segundo semestre de 1934, se refieren al tema, indicando que la impresión se hará en Argentina, porque sería así más barata. (Preparo ediciones co­­mentadas de las co­rres­pondencias de Torre con Mallea y con Victoria Ocampo.)

[7] Manuel García Morente (1888-1942): Catedrático de Ética en Madrid, escritor (Lec­ciones preliminares de filosofía) y traductor español (Kant, Descartes, Berkeley, etc.). Convirtió al cristianismo en 1937, tras una crisis personal. Se exilió luego en Ar­gentina. Obras Com­pletas. Edición de Juan Miguel Palacios y Rogelio Rovira. Madrid: Fun­da­ción Caja Madrid y Anthropos, 1996 (4 vols.). Sus textos son predilectos del cato­li­cis­mo militante, que lo considera “testigo de la fe”.

[8] Karl Jaspers: Am­biente espi­ri­tual de nuestro tiempo. Bar­ce­lona: Labor, 1933 (ree­di­tado en 1955).

[9] Las palabras en cursiva están subrayadas en el original. Puesto que este subrayado fue hecho con un lápiz más grueso que en las palabras li­brito y librote, conjeturo que pro­cede de la pluma de Torre.

[10] La Editorial Sur y la revista Sur, de Victoria Ocampo. Torre fue allí un factótum has­ta mediados de 1938, cuando surgieron desaveniencias con V. Ocampo, porque Torre fun­dó con otros exi­liados españoles la Editorial Losada.

[11] Por estas fechas aparecieron varios libros relacionados con uno u otro Lawrence, por ejemplo: The Tales of D. H. Lawrence. London: Secker, 1934. E. & A. Brewster: D. H. Lawrence: reminiscences and correspondence. London: Secker, 1934. Frieda Law­rence: Not I, But the Wind... New York: Viking Press, 1934. B. H. Liddell Hart: T. E. Law­rence. In Arabia and after. London: Jonathan Cape, 1934. Victoria Ocampo pu­blicaría en 1942 un libro sobre T.E. Lawrence: 338171 T.E. (Lawrence de Arabia), que sería traducido al inglés y al francés. Pero el libro aludido aqui en concreto es uno de estos dos: D. H. Lawrence: Canguro. Trad. Lino Novás Calvo. Buenos Aires: Sur, 1933, o, del mismo autor, La virgen y el gitano. Trad. Eduardo Oribe. Buenos Aires: Sur, 1934.

[12] Alusión al Almanaque Literario 1935 (Madrid: Plutarco, 1935), que apareció bajo la direc­ción de Torre, Salazar Chapela y Miguel Pérez Ferrero.

[13] Eduard Spranger (1882-1963): psicólogo y pedagogo alemán. Obras suyas traducidas por Ramón de la Serna: Formas de Vida: psicología de ética de la personalidad. Ma­drid: Re­vista de Occi­dente, 1935 (reediciones en 1946, 1961, 1966); Cultura y Edu­ca­ción. Bue­nos Aires: Es­pasa-Calpe, 1948; Psicología de la edad juvenil. Buenos Aires: Re­vista de Oc­cidente Ar­gentina, 31948 (en algunos repertorios se atribuye a José Gaos esta tra­duc­ción, que sería de 1929).

[14] Félix García Vielba (1897-1983): sacerdote, poeta y crítico español, colaborador de nu­­­merososo periódicos oficiosos del franquismo. Escribió sobre lite­ratura en la revista men­sual Religión y Cultura (Madrid). Intercambió corres­pon­den­cia con numerosos au­to­res (Benjamín Jarnés y Gerardo Diego entre ellos). Entre sus obras destacan: Pri­ma­vera en Castilla (Madrid: Biblioteca Nueva, 1933) y A través de almas y libros (Bar­ce­lona: Ara­luce, 1935). Escribió sobre Ramón Gómez de la Serna, a quien encontró cuan­do éste viajó a España en 1949. Félix García jugó un repe­lente pa­pel en ocasión de la muerte de Ortega (véase Gregorio Morán: El maestro en el erial. Ortega y Gasset y la cul­tura del franquismo. Barcelona: Tusquets, 1998, 518-519).

[15] Simon Weber: Evangelium und Arbeit. Freiburg in Bresgau, 1898; 21920.

[16] Allí publicó de la Serna su novela Chao; también Félix García publicó en esa edi­to­rial.

[17] Alusión a Francisco Ayala (1906-2009), prolífico escritor, crítico y traductor espa­ñol, autor, entre muchos otros trabajos, de Breve teoría de la traducción (México: Obre­gón, 1956; Ayala reunió aquí algunos artículos publicados antes en La Nación de Bue­nos Aires en 1946 y 1947; Madrid: Taurus, 1965, bajo el título Problemas de la tra­duc­ción). Torre (a quien le hizo una entrevista en 1927, publicada en La Gaceta Lite­raria), pu­blicó en la revista Síntesis de Buenos Aires su pri­mera traducción del alemán (1929; Ayala tradujo además del inglés, del francés, del italiano y del portugués al cas­te­llano).

[18] Probable alusión a Waldo Frank (1889-1967), escritor y ensayista norteamericano de izquierdas, relacionado con la argentina Victoria Ocampo y el grupo de la revista Sur, al cual per­te­neció Torre. Su último libro por estas fechas era The Death and Birth of David Markand (1934, novela completada durante una visita a la Argentina). Torre había re­se­ñado años antes un libro suyo: “España virgen, por Waldo Frank (Revista de Oc­cidente, Madrid, 1927)”: Síntesis 10, Buenos Aires, marzo de 1928, 111-112. El libro, traducido por León Felipe, fue reedi­tado por Losada en 1958.

[19] Karl Vossler: Lope de Vega y su tiempo. Trad. Ramón de la Serna. Madrid: Re­vista de Occidente, 1933, 21940. Véase también La poesía de la soledad en España. Trad. de José Miguel Sa­cristán y Ramón de la Serna y Espina. Buenos Aires: Losada, 1946.

[20] Guillermo de Torre: Menéndez y Pelayo y las dos Es­pañas. Buenos Aires: PHAC, 1943 (con­tie­ne, entre otros trabajos, “Revaloración de Menéndez y Pelayo”, aparecido ori­ginalmente en Criterio 6, Bue­nos Ai­res, 12-IV-28, 183-185); reseña por José Ferrater Mora: “Menéndez Pelayo y las dos Es­pañas”: Sur 110, Buenos Aires, diciembre de 1943, 99-103.